Pena, penita, pena
Y se te queda un vacío, un no sé qué de qué sé yo, que cuesta olvidar. Después de la semana y lo pienso y no lo creo y sigo dándole vueltas y me lo digo una y otra vez; lo conseguí, lo conseguimos, después de tantos años detrás de él y vino y arrasó y caló mas profundamente en mí si cabe de lo que ya estaba. Temía el esperado encuentro, aunque nos conociamos de otras ocasiones pero nunca había sido tan intenso y extenso. Acompañarlo al hotel, estar pendiente de que todo vaya bien, ver el ensayo, cenar con él y sus amigos de juventud y comentando sus golferías propias de la edad. El perforecital fue genial, estupendo, todo lo que os diga es poco. Me ha calado porque si ya lo admiraba como artista tengo que decir que no me ha decepcionado en absoluto como persona, es más me he llevado una gran alegría de que sea todo un caballero, todo un señor, muy divertido, un tio normal con el que se puede hablar de todo y no los típicos que van de mitos o de poca leche por la vida. Desde la bola de cristal hasta ahora, muchos años han pasado pero, a la vez gracias a su música poco. Ahora veo cómo mis hijos lo descubren y me emociona la idea de seguir la tradición. Os lo he dicho que este festival ha tenido muchas cosas especiales para mí esta es una de ellas, no la única pero sí necesita un espacio para ella sóla. Es precioso comprobar que la persona que llevas adorando toda tu vida como artista como persona es si cabe mejor. Gracias Santiago por haber venido, por ser como eres y espero que nos volvamos a ver pronto. Perdonad este pequeño atrevimieto por mi parte en usar mi blog para esto pero sé que muchas personas piensan como yo y además para eso es mío jajaja. Besos a todos y gracias por dejarme dedicarle esto a Santiago Auserón.
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