Como os dije el pasado jueves actuaban en el Perro Andaluz dos grandes artistas que me encantan, Siracusa y Vicio. Pues como era de preveer, la noche fué toda un éxito. Vicio cantó de "vicio", enfundado en su traje negro, con su camisa negra y sus gafas negras, tan delgado y fragil a simple vista, pero tan fuerte y potente cuando se sube al escenario. Tanto igual le ocurre a Siracusa es un puro nervio antes de subir a escena, dando vueltas, saludando, no puede estar quieta, saltando, tirándose del pantalón, ahora me siento, ahora me levanto, en fin consigue poner nervioso al más templado. Pero cuando se sube a escena llegan las risas, los sarcarmos, con lo pequeña que es, consigue llenar el escenario con su sóla presencia y no digamos lo bien que actuó. Se lo curró un montón. Nos dió una lección sobre todo tipo de maneras de hacer poesía, pero con un arte y una gracia y sobre todo una sabiduría que pasma a cualquiera. Es una pedazo de artista de lo pies a la cabeza. Nos hizo