Homenaje personal
Desde niña siempre le había gustado. Cualquier cuaderno que cayera en sus manos, un bolígrafo y un ratito de soledad eran suficiente para que de su mente brotaran historias, poesias y cuentos maravillosos que eran sólo para ella. No permitía que nadie las leyera y ella se pasaba horas en su habitación escribiendo y escuchando música. Cuando era adolescente era muy fácil encontrarle un regalo; empezó a escribir con plumas, le encantaban, así que se le buscaba una bonita o distinta, original y para ella era el más preciado de los tesoros y encima si le regalabas un libro con hojas en blanco para ella rellenarlo de bellas palabras ya ni te cuento. Pero la niña, la adolescente se hizo mujer y, gracias a Dios, siguió escribiendo. Sigue con las plumas y sus cuadernos, pero tuvimos la suerte de que perdiera un poco de vergüenza y de que hubiera gente que la apoyara y sacara su primer libro. Un libro maravilloso que se vendió estupendamente y somos muchos los que estamos esperando una segunda