Qué pena!!!!!!!!
Te envenenaron, lo consiguieron, a pesar de las advertencias, de haberte aconsejado y de haberte dicho lo que pasaría. Nunca sabré si fué el amor, o si fué el simple hecho de tener compañía y calor en la cama. Lo cierto es que un maldito día la magia se rompió por dos palabras inocentes, como en tantas ocasiones habíamos tenido. ¡Qué pena! Han pasado ya dos años con muchos acontecimientos y aún me duele y siempre dolerá no poder contar contigo, aunque ya no eres el mismo. ¡Qué pena!, ¡Cómo te envenenaron!, ¡Cómo te dejaste envenenar! Te quiero y siempre te querré. No sabes realmente lo que te pierdes por muchas partes. ¡Qué pena!